Esta es la primera parte de dos artículos donde vamos a hablar del uso de diuréticos o sustancias diuréticas en el deporte. En esta primera parte la D-N Carla Vilar Caritg nos habla en general de este grupo de sustancias, algunas de las cuales están reconocidas como doping.
- INTRODUCCIÓN
Las tendencias sociales contemporáneas que abanderan los cánones de una figura corporal perfecta y con una estética muy definida son una de las causas que han disparado el abuso de diferentes sustancias, entre ellas los diuréticos, en la búsqueda de un cuerpo en consonancia con la última moda.
El hecho de «engañar a la báscula» para bajar de peso a costa del agua corporal y no de la grasa se está convirtiendo en una costumbre practicada ya no solo por deportistas o personas con ciertas enfermedades o trastornos compulsivos, sino por la población en general. La supervisión profesional del uso de este tipo de sustancias es necesaria, ya que ningún fármaco, suplemento nutricional o dieta está exento de posibles efectos adversos que podrían acarrear serias consecuencias negativas para la salud.
- ¿QUÉ SÓN LOS DIURÉTICOS?
Se tiene constancia de su uso desde la antigüedad. Se han recogido observaciones de médicos de la antigua Roma como Dioscórides y Plinio, los cuales explican los efectos sobre las vías urinarias de las cerezas o las «barbas del maíz», que regularizan las funciones expulsoras de la orina. Catón el viejo (Marco Porcio Catón, estadista romano) recomendaba el enebro, y en la Edad Media ya se utilizaba la segunda corteza de saúco por sus propiedades depurativas.
Actualmente, la medicina, la fitoterapia y la dietética hacen uso de medicamentos, plantas y alimentos respectivamente para tratar diversas enfermedades y situaciones fisiológicas que requieren de este tipo de sustancias.
Se denomina diurético (del latin diuretĭcus, y éste del griego διουρητικός); es toda sustancia que al ser ingerida provoca una eliminación de agua y de sodio a través de la orina. Se pueden encontrar alimentos, plantas y medicamentos que favorecen la pérdida de agua y sales minerales, a la vez que aceleran la eliminación de sustancias dañinas presentes en el cuerpo.
Los diuréticos, pueden ser de varias clases:
- Diuréticos naturales: Muchas sustancias cotidianas como el té, café, la piña, el mate, los espárragos o la borraja (fotografía inferior, hecha por Jordi Sarola) son diuréticos suaves, debido a que en su mayoría estos compuestos contienen cafeina o sustancias diuréticas como la teofilina. Se considera al alcohol como diurético, pues actúa inhibiendo la ADH (hormona antidiurética).
Hierbas como la cola de caballo, vara de oro o el diente de león són plantas que se usan de forma tradicional como complementos diuréticos.
- Diureticos inhibidores de la anhidrasa carbonica : bloquean la reabsorción de minerales en el riñon
- Acetazolamida
- Vorzolamida
- Cetoconazol
- Diureticos ahorradores de potasio
- Inhibidores de los canales de sodio
- Amilorida
- Triamtereno
- Inhibidores de los canales de sodio
- Antagonistas de la aldosterona
- Espironolactona
- Canrenoato
- Esplerenona
- Diureticos osmóticos: manitol
Fotografía: origen haciendo click en la misma fotografía
- USOS
Se utilizan medicinalmente para reducir la hipertensión arterial (solos o en combinación con otras sustancias), en las cardiopatías congestivas, y en todas aquellas situaciones clínicas en las que es necesaria una mayor eliminación de líquidos: edemas (de los miembros inferiores, de pulmón, etc.), accidentes cerebrales vasculares, retorno venoso alterado, cirrosis hepática etc. En general se trata de sustancias de gran efectividad y de bajo costo, por lo cual son imprescindibles en medicina.
El tratamiento con diuréticos es un método eficaz para la reducción del efecto de ciertas patologías como la diabetes insípida, edemas, glaucoma. Los efectos beneficiosos de estos compuestos sobre pacientes que sufren hipertensión arterial están ampliamente estudiados, se ha comprobado que los diuréticos consiguen controlar los valores de presión arterial en un gran número de pacientes, reduciendo la morbi-mortalidad cardiovascular. El problema de este tratamiento se encuentra en la administración de dosis altas de diuréticos, ya que producen cambios en el metabolismo de lípidos e hidratos de carbono, disminución de magnesio y potasio en la sangre. Esto, hace que la capacidad de los diuréticos de controlar el riesgo cardiovascular disminuya notablemente. Recientes estudios han demostrado que la utilización de dosis más bajas de estos compuestos mantiene el control sobre la presión arterial sin causar problemas metabólicos o neuroendocrinos. Se especula además en la posible eliminación a través de la orina, de otras sustancias tales como vitaminas (especialmente las del complejo B) y en algunos casos minerales. Estos efectos reducen las ventajas de los diuréticos para los cardíacos.
- EFECTOS ADVERSOS
Sin embargo, el abuso de diuréticos puede provocar deshidratación, hipotensión, alcalosis hipocalémica, entre otras alteraciones potencialmente severas.
- Natriuresis: excreción de una cantidad de sodio en orina superior a la normal. Esta patología se ve aumentada en un 40% por el uso de altas dosis de diuréticos. Utilizando dosis bajas el aumento es muy inferior y con dosis muy bajas la excreción de sodio se mantiene prácticamente constante.
- Hipokalemia: descenso de los niveles de potasio en el plasma. Resulta de la acción de los diuréticos que promueven el intercambio de sodio por potasio en el riñón. Normalmente, es una patología asintomática que puede corregirse con alimentos ricos en potasio. También se puede minimizar combinado los diuréticos con otros compuestos, por ejemplo, con diuréticos ahorradores de potasio o con bloqueadores beta que reducen la excreción de potasio por el riñón.
- Alcalosis metabólica: aumento de la basicidad de los fluidos del cuerpo. Es causada por la acción de algunos diuréticos, como los diuréticos del Asa, que excretan más cloro que bicarbonato.
- Interferencias en el metabolismo de la glucosa: algunos diuréticos como las tiazidas pueden causar hiperglucemia, agravamiento de diabetes mellitus, resistencia a la insulina.
- Otros efectos: disminución del sodio sanguíneo debido al tratamiento crónico, incremento de lipoproteínas durante las primeras semanas de tratamiento, disminución de la excreción de calcio debido a la terapia crónica.
La dosis diaria recomendada de diuréticos ha ido bajando con el paso de los años, por ejemplo, la de hidroclorotiazida, en los años sesenta se administraban dosis diarias de hasta 200mg; en la actualidad las dosis recomendadas son sólo de 12.5mg a 50mg. Si el diurético se administra combinado con otras sustancias la dosis empleada es aún menor.
Fotografía: origen haciendo click en la fotografía
5. RECOMENDACIONES DIETÉTICAS
La dieta equilibrada junto con el asesoramiento dietético y nutricional personalizado es una de las mejores herramientas para ayudar a tratar las enfermedades y situaciones que requieren de un tratamiento diurético. La dietoterapia de las dolencias que necesitan este tipo de tratamientos se encamina hacia un control de los minerales de la dieta, sobre todo del sodio y el potasio. La disminución de la sal de adicción y el consumo de unos dos litros de agua de baja mineralización son medidas dietéticas básicas.
También es conveniente disminuir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas como carnes, bollería o mantecas entre otros, ya que se desaconsejan en todo tipo de enfermedades que inciden en la retención de líquidos y, además, aumentan la producción de toxinas.
Dentro de las cinco raciones diarias de frutas y verduras recomendadas en una alimentación equilibrada, se pueden elegir, según la estación del año, las más beneficiosas por su composición:
Invierno y primavera:
- Alcachofa, coles, apio, borraja y espárragos
- Manzana y pera
Verano y otoño:
- Berenjena, ajo, cebolla y endivia
- Uvas, níspero, melón, sandía, manzana, pera y melocotón
En casos de retención de líquidos más o menos importante, como por ejemplo la menstruación o períodos estivales en mujeres que están pasando la perimenopausia, se recomienda que se consuman más verduras cocinadas que crudas en ensaladas, ya que de esta forma se disminuye su contenido mineral.
La ración de proteínas en forma de carne, pescados y huevos no debe superar la recomendada por la OMS, tanto en cantidad (125 gramos de carne, 150 gramos de pescado o 2 huevos) como en frecuencia de consumo semanal (no superar las 6 veces a la semana de carne, asegurar entre 3 y 5 veces el consumo de pescado y tomar un máximo de cinco huevos).
Seguir estas sencillas recomendaciones es importante para conseguir un nivel de líquidos corporales óptimo y evitar las indeseadas retenciones. Hay deportes que pueden necesitar de una deshidratación momentánea, y es el boxeo un deporte de competición donde los púgiles tienen un estatus de peso a cumplir. Pero esto lo dejamos para la segunda parte.
Autor:
Graduada en Dietética y Nutrición (Universitat Ramon Llull, Barcelona)
Postgrado en farmacología, nutrición y suplementación en el deporte
Colaboradora ADNEEC