Es el Dietista – Nutricionista (D-N) un profesional sanitario dedicado al cuidado de la población en el ámbito alimentario y nutricional, pero una de sus áreas (transversal a muchas otras disciplinas) es la cineantropometría, utilizada para la evaluación o la medición de la composición corporal. Dentro de esta área encontramos la proxemia, junto a la ética profesional.
El termino proxemia es dado al espacio personal, y al espacio que rodea nuestro cuerpo. Se denomina como la comunicación no verbal, puesto que esta influye mucho en el trato con diferentes personas o frente a un público. La proxemia envuelve el espacio de las personas a las que nos vamos a dirigir y también el manejo de nuestro espacio.
Muchas veces se invade el espacio de otra persona y no se sabe que reacción puede tener, si será una molestia o si se sentirá agredida. Este espacio personal se puede dividir en 4 zonas, las cuales muestran la distancia que debe ser utilizada correctamente con la otra persona:
1ª Zona: Distancia íntima privada. Esta distancia es la que mantienen las parejas en una conversación (hasta 45 cm).
2ª Zona: Distancia personal. Es la distancia entre personas que se conocen y tienen confianza. Distancia utilizada con compañeros de trabajo y amigos, reuniones de trabajo o en las fiestas (entre 45 y 120 cm).
3ª Zona: Distancia social. Distancia correcta entre jefes y empleados (120-360 cm). Normalmente las mesas de los jefes ya acostumbran a ser lo suficientemente anchas para mantener este espacio personal. Esta distancia la utilizaremos en conversaciones que sean formales.
4ª Zona: Distancia Pública. Distancia utilizada en discursos (más de 360 cm).
La proxemia es una parte fundamental de la Comunicación No Verbal que utilizamos a diario y que si no la empleamos correctamente puede hacer que nuestra próxima medición no se logre con éxito o el sujeto/paciente/persona no esté cómodo, o simplemente que no acuda más a visitarse. En cineantropometría no se debería nunca sobrepasar la distancia íntima, a riesgo de provocar reacciones indeseadas.
Quizá un médico, enfermero o fisioterapeuta se puede sorprender al oírme decir esto, pero para nuestro colectivo la cineantropometría es una ciència muy nueva y la única que nos acerca y nos hace tocar al paciente. En mi vida profesional he tenido y tengo que hacer gran cantidad de medidas antropométricas, a deportistas hombres y mujeres adultos, niñas y niños, adolescentes y también a personas de edades avanzadas. Evito siempre de medir a quien no es necesario medir manualmente, utilizando solamente aparatos de impedancia bioeléctrica. Esto hace que la proxemia sea muy importante en mi día a día. No tener en cuenta este aspecto puede provocar insatisfacción al/la paciente y romper el lazo de confianza entre este y profesional sanitario.
Y es que en nuestra profesión también palpamos puntos anatómicos, para después poder realizar medidas de diámetros óseos, pliegues cutáneos o longitudes, y así aplicarlo para hacer un plan alimentario a medida. Pero antes de que esto empiece a sonar como una confesión peligrosa por un grupo de autoayuda para “Palpators Anonymous” dejadme que os explique donde van los tiros, ya que solamente estoy tratando de llegar al hecho de que he medido a mucha gente en mi carrera profesional, así que creo que puedo decir, con confianza, que tengo experiencia en la palpación de puntos anatómicos, y toma de medidas antropométricas, y esto me sirve para hablar con criterio de proxemia y así dar unos consejos basados en la experiencia.
Las situaciones con las que nos encontramos los D-N antropometristas o que utilizamos la antropometría en nuestro día a día, son variopintas y en algunos casos se pueden producir malentendidos. Me explicaba una compañera que tenía un paciente que cada vez que venía a la consulta lo hacía con un tanga minimalista de color rojo “fin de año”. Y esto pasa incluso avisando por teléfono, e-mail o con instrucciones escritas. Que las/los pacientes pasen de todo y no lean las comunicaciones es normal, habitual y lo único que puede hacerse es tomar paciencia.
Hay que ser muy serios y cuando se producen situaciones que no son las deseadas hay que advertir, dar nuevas instrucciones y medir otro día. Respetar la proxemia y advertir al/la paciente de la indumentaria que tiene que traer es sumamente importante. Evitad siempre de romper las distancias de medición y de que los/las pacientes vengan con ropa adecuada.
Todo esto se explica en todos los niveles de acreditación de la International Society for the Advancement of the Kinanthropometry (ISAK), técnica más recomendada para el estudio y valoración de la composición corporal.
Autor:
D-N Jordi Sarola